La Masonería es una Orden iniciática y esotérica que territorialmente se organiza en Grandes Logias o en Grandes Orientes de ámbito nacional; En los países de estructura federal pueden tener ámbito estatal. Tanto las Grandes Logias como los Grandes Orientes son también conocidos como Obediencias. Desde el nacimiento de la Masonería moderna o especulativa, con la constitución en 1717 de la Gran Logia de Londres –desde la secular Masonería operativa o antigua–, se estableció la costumbre del mutuo reconocimiento entre sí de aquellas Grandes Logias o Grandes Orientes que por cumplir con ciertas normas se reconocen mutuamente Regulares, es decir, que siguen estrictamente la tradición así como las primitivas normas de la Orden.
En nuestros días para que una Obediencia sea reconocida Regular por las demás debe acreditar que cumple con los siguientes principios básicos:
Las Grandes Logias Regulares del mundo han aceptado una Regla de Doce Puntos cuyo cumplimiento es exigido por todas ellas para obtener el reconocimiento como Obediencia regular:
Igualmente las Grandes Potencias Masónicas del Universo coinciden al definir sus Principios en que la Francmasonería tiene por objeto el desarrollo de la solidaridad humana, el mejoramiento espiritual, intelectual y moral de sus miembros y la formación de una conciencia universal de fraternidad entre los hombres. Persigue el conocimiento de la Verdad; sostiene la Justicia como única norma que regula la conducta de los hombres y proclama la Libertad y la Igualdad, como derechos substanciales del ser humano; coinciden igualmente en que la condición de Masón no se pierda jamás, basándose para ello en que la Iniciación es un proceso interior del individuo, el cual, asistido por sus Hermanos y con la Gracia del Gran Arquitecto del Universo, "ha visto la Verdadera Luz".
Por consiguiente, son MASONES REGULARES los que han visto la Luz Iniciática dentro de las condiciones señaladas por los Antiguos Linderos, vale decir:
Los masones regulares son Activos, cuando concurren a su Logia en forma asidua y se mantienen a plomo con el Tesorero.
Por consiguiente, han de considerarse "Irregulares" solamente a aquellos que hubieren obtenido los secretos de la Iniciación prescindiendo de cualquiera de las condiciones enumeradas en los inicios antes mencionados o que por sus actos reñidos con la ley, la moral y la fraternidad han sido "irradiados" de la Orden por sentencia ejecutoria de los Tribunales de Justicia Masónica competentes, habiendo previamente ejercido sus derechos básicos de legítima defensa.
La Regularidad de las Logias es dada por la Carta de Patente expedida por una Gran Logia y la Regularidad de las Grandes Logias por el reconocimiento que le brinden otras Grandes Potencias Masónicas.
Para formar una Logia Regular, siete o mas Maestros Masones habrán de solicitar a una Gran Logia la expedición de su Carta de Patente, sometiéndose" tácitamente a la Constitución, Estatutos, Acuerdos, Decretos y Resoluciones de la Gran Logia a la cual solicitan federarse.
Por consiguiente, en salvaguarda de las genuinas fuentes del Derecho Masónico las Logias y Grandes Logias así constituidas merecen el reconocimiento, el respeto y el apoyo de todos los Masones, Logias y Grandes Logias del Universo.
El contraste que tiende a desaparecer por anacrónico, ilegal, anti fraternal y retrogrado es el de las Grandes Logias que se tildan de poseedoras del "monopolio de la fraternidad" arguyendo como tesis el concepto que nos dará tema para nuestra próxima Carta Fraternal, en la cual demostraremos la total invalidez de tal concepto, pues las Grandes Logias ejercen "Jurisdicción Funcional" sobre las Logias de su obediencia, siendo la "Jurisdicción Territorial" atributo irrenunciable y no compartible del Estado que nos cobija.
Debemos de concretar la expresión de nuestras convicciones sobre el concepto de "Regularidad" diciendo que la mala interpretación de este término ha producido las separaciones y abismos que hoy lastiman e invalidan el ideal de la Confraternidad Universal tanto a nivel masónico nacional como en muchas otras latitudes, siendo lo común hoy en día la existencia en muchos países de dos o más Grandes Logias, que con muy raras y honrosas excepciones, viven tildándose las unas a las otras de "irregulares", "invasores de territorio", "bastardas", "espurias", etc.
Para vencer esta estela de anti fraternidad que lastima las mismas bases y postulados de la Orden, estos estigmas que tienen diversos orígenes, ya sea por sistemáticas discriminaciones, por razones de carácter étnico, filosófico, de infiltración política, profana, ambiciones personales, de quebranto de sus propias leyes, de lenguaje, de ritos, etc. habrá que dar un primer paso hacia el entendimiento que nos lleve a corto o largo plazo hacia la unidad de pensamiento y con ello a la unidad de acción y por ende se habrá logrado el ideal Unificador; mientras tanto a mi entender ese primer paso propio de los Hombres Libres, de los amplios de criterio, de los puros de corazón, ha de ser el mutuo reconocimiento de los derechos que asisten a las partes discordes y dentro de ese ambiente de respeto nacerá el dialogo y el dialogo franco y sincero, a no dudarlo, nos llevara a la meta que se supone todos anhelamos.
En conclusión, para cualquier masón que entienda y viva el Arte Real, lo único que caracteriza y confiere la calidad de masón a un profano es su iniciación a la Masonería con arreglo a las tradiciones, leyes, usos, costumbres y ritos de la Masonería, y su posterior acatamiento y cumplimiento del conjunto de esas normas. En su consecuencia, lo que convierte a una asociación, federación o confederación de logias en una Obediencia Masónica Regular, sea Gran Logia o Gran Oriente, es el respeto y fidelidad a esas mismas tradiciones, leyes usos y costumbres, tanto en el proceso de su constitución como en su posterior hacer cotidiano, sin que influya para nada en su condición el reconocimiento o la falta de reconocimiento que reciba de otras Obediencias.
QQ:.HH:. el hecho de mantener fraternales y armónicas relaciones con nuestros similares de todo el mundo, y de ser miembro constituyente de alguna Confederación Masónica, no implica en modo alguno sometiendo ni obediencia que comprometa su absoluta autonomía, Independencia y Soberanía Institucional.
Sin embargo, cabe acotar que las autoridades de la Gran Logia, son elegidas y constituidas de acuerdo a los principios generales y a las normas que rigen la institución y solo rinden cuentas de su quehacer, al pueblo masónico jurisdiccionado que reúne en Asambleas y a quien se debe como único soberano de la Orden.
"Los doce puntos originales y perfectos constituyen la base del sistema entero de la Masonería, y sin los cuales, nadie nunca fue, o puede alguna vez ser, legalmente recibido dentro de la Orden. Cada persona que sea hecha Masón debe atravesar todas estas doce formas y ceremonias, no sólo en el primer grado, sino en todos los subsiguientes”.
En nuestra opinión, es sólo a través de la verificación de cada uno de estos doce puntos que podemos calificar o descalificar a un pretendido rito Mas:.. Los doce puntos originales y perfectos, en uso en las antiguas Lecturas, son: 1º Apertura o Principio; 2º Preparación o Disposición; 3º Reporte, Informe o Comunicación; 4º Ingreso; 5º Plegaria u Oración; 6º Deambulación o Viajes; 7º Adelanto o Avance; 8º Obligación; 9º Recomendación o Cargo; 10º Investidura o Instalación; 11º Posición, Colocación o Ubicación; y 12º Clausura.
Analicemos brevemente la ceremonia de Iniciación en el primer grado del Rito que practicamos y conocemos:
Como podemos comprobar, el Ritual de Iniciación de un Aprendiz según el Rito que practiquemos verifica todos y cada uno de los puntos originales y perfectos de la Masonería; si examinamos los Rituales de Aumento y Exaltación también los verificaremos. En consecuencia, los diferentes Ritos son validos, independientemente de si conocemos su origen o no; la verificación de estos doce puntos originales y perfectos no deja lugar a dudas.